Felicidades Cimarrones con ALAS
Muchas felicidades a l@s estudiantes de la FEYRI: Janentzy Viviana Altamirano Mariscal, Jessica Guadalupe Cortez Cobian, Alicia Sarahí Sosa Tello, Diana Yaneli Salazar Serrano y José Alberto Ponce Arellano, quienes fueron beneficiadas con la Beca ALAS de la Fundación UABC. Gracias a este esfuerzo colectivo nuestros estudiantes realizarán una estancia de movilidad durante los siguientes meses en la Universitè Rennes 2, Francia, Kodolanyi Janos University of Applied Sciencia en Hungría y en la Embajada de México en el Reino Unido. Mención especial para la Licencia en Relaciones Internacionales, Tania Yolanda Llerenas Morales, becaria Alas 2012-1 y que practicando los valores de solidaridad y reciprocidad, es donante de una beca para apoyar la movilidad de Diana Yaneli Salazar Serrano, estudiante de economía que realizará una estancia en el Reino Unido. Un ejemplo de un circulo virtuoso y de corresponsabilidad que ayuda a fortalecer la formación de nuestros estudiantes. Muchas Felicidades!!!
Los invitamos a consultar los mensajes de José Alberto Ponce Arellano, en representación de los estudiantes becados y de Tania Yolanda Llerenas, quien dio un discurso como donante para apoyar el desarrollo profesional de un estudiante.
Palabras de Tania Llerenas - Becaria Cumplida
XIII Ceremonia de entrega de becas de Fundación UABC
Becaria Cumplida
Tania Llerenas
Junio de 2019
Buenas tardes, mi nombre es Tania Llerenas, egresada de la Licenciatura en Relaciones Internacionales Campus Tijuana. Soy parte de la Generación Alas 2012-2 y realice intercambio internacional a la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires, en Argentina.
Soy hija de una madre soltera, entonces para ayudar con los gastos de mis estudios trabaja a tiempo completo. Mis días transcurrían entre pasar 6-7 horas en la universidad, trasladarme a mi trabajo, pasar otras 8 horas ahí, llegar a mi casa, hacer tareas, dormir a las 12-1 AM, y despertar temprano para empezar con la misma rutina. Si bien mi trabajo me ayudaba a solventar mis gastos de la universidad, hablar de un intercambio estaba fuera de mis límites: lo mucho o poco que podía ahorrar no era suficiente, y mi familia no podía ayudarme tampoco, por más que apoyaban mi meta de continuar mis estudios fuera del país. Es por eso que cuando vi la convocatoria de la Fundación UABC, no lo dude ni un segundo y apliqué a la Beca Alas Promotor Jr.
Aún recuerdo lo nerviosa y emocionada que me encontraba el día de la ceremonia de entrega de becas. Nerviosa porque estaba por dar un discurso como representante de la Generación 2012, ¡y eso no es algo que ocurre todos los días!; y emocionada porque la ceremonia fue acto de reconocimiento no solo a mi esfuerzo, sino al de todos los que estábamos recibiendo una beca. Para mi fue ver que mis desveladas, levantarme temprano, mantener mi promedio sin importar lo cansada que estuviera, dieron frutos y por fin se estaba por cumplir una meta que me había impuesto años atrás.
Cuando se está lejos de lo cotidiano, lo habitual, inevitablemente nos volvemos más conscientes de nuestro alrededor y por ende aprendemos incluso de las cosas más pequeñas. Regresando de Argentina el deseo de seguir observando, analizando, aprendiendo, se hizo más grande, y por eso cuando se presentó el momento de aplicar para mis prácticas profesionales me aventuré nuevamente, y así fue cuando 6 meses después de terminar mi intercambio internacional yo ya estaba en la Ciudad de México, apoyando en la elaboración de dictámenes y ratificaciones en la Comisión de Relaciones Exteriores Europa del Senado de la República. Un verdadero reto para todos los que estábamos ahí porque la nueva administración tenía menos de un año de haber iniciado.
Tener dos intercambios, uno nacional y otro extranjero, y una estancia de prácticas profesionales en una legislación ayudo muchísimo en mi curriculum, y no les voy a negar que lo primero que me preguntaban en mis entrevistas de trabajo era sobre el intercambio. Era un poco intimidante, pero menos de 2 meses después de regresar de la Ciudad de México yo ya tenía un trabajo.
Trabajo como Returns Analyst en una de las compañías de mayor renombre en la producción de autopartes en EE.UU. Ahora que me encuentro en un ambiente laboral que me exige estar constantemente observando, analizando, y tomando decisiones rápidas ante diferentes y constantes situaciones, me doy cuenta que me gusta lo que hago, lo disfruto, y estar fuera de mi zona de confort fue lo que me ayudó a desarrollar y mejorar las herramientas que uso día a día, literalmente.
Cuando recibí mi beca sabía que estaba por cumplir una meta personal, pero en ese momento no era consciente de que tan grande sería impacto de ese viaje traería a mi vida. Lo más bonito de este proyecto es que el impacto no solo queda en uno: así como en algún momento hubo una persona que creyó en mí y en lo lejos que podía llegar, ahora que estoy frente a mi becado(a) y a una nueva generación que está por materializar un sueño. Ustedes están aquí porque creemos en lo lejos van a llegar, porque no hay mayor satisfacción que regresar un poco de lo que nosotros recibimos. Gracias a todos los donantes que siguen permitiendo que más metas sigan concretándose. Y a ustedes muchachos, recuerden que el aprendizaje es continuo, y les prometo que cualquiera que sea el destino, este viaje es solo el inicio de un mundo de nuevas experiencias y proyectos. ¡Enhorabuena!
Palabras de José Alberto Ponce Arellano
XXIII Ceremonia de entrega de becas de Fundación UABC
“Beca Alas, Oportunidades para volar” 2019-2
José Alberto Ponce Arellano
12 de junio de 2019
Buenas tardes autoridades universitarias, empresarios, estudiantes y público en general, mi nombre es José Alberto Ponce Arellano, estudiante de octavo semestre de la licenciatura en Economía por parte de la Facultad de Economía y Relaciones Internacionales. Durante toda mi vida he sido criado por mi madre, una mujer trabajadora, responsable y honesta, y que me ha inculcado valores, educación y ejemplo, lo cual ha determinado la persona que soy. Ella proviene de una familia muy grande y de bajos recursos, lo que provocó que no pudiera estudiar una carrera universitaria y tener que trabajar como empleada doméstica durante toda su vida.
Los recuerdos más marcados que tengo de mi infancia son los de una madre desvelada tras muchas horas de trabajo ya que solo así se cubrían los gastos, pero siempre responsable llevándome a la escuela. También tengo otros recuerdos de ella enseñándome, en la medida que pudiera, algunos temas y ayudándome con mis tareas.
Durante mi educación media superior solía acudir a los locales cercanos a la preparatoria en busca de trabajo, en un intento por apoyar en los gastos del hogar y como era menor de edad, fui muchas veces rechazado. Después de insistir durante varios meses, finalmente conseguí un trabajo como mesero y fue así como empecé a ayudar en mi casa.
Al graduarme como técnico de la preparatoria apliqué para la convocatoria de ingreso a la UABC, interesado en ese momento por estudiar Administración de Empresas, logré quedar, pero decidí no continuar con el proceso por temor a no poder hacer frente a los gastos que conlleva estar en la universidad. Esta ha sido una de las decisiones más difíciles de mi vida, porque tuve que renunciar a algo que significaba mucho para mí y que representaba un mejor futuro por la falta de recursos.
Me dediqué de lleno a trabajar, esta vez como cajero en una tienda de autoservicio, donde estuve alrededor de un año y medio y en donde adquirí experiencia, aprendí a trabajar en equipo y a ser competitivo. Para el 2015, al darme cuenta que no podría aspirar a mejores empleos por no contar con una carrera, decidí aplicar por segunda vez para la UABC. En esta ocasión opté por la licenciatura en Economía, ya que la consideraba una carrera muy completa y con muchas oportunidades de empleo. Nuevamente quedé, pero está vez seguí con el proceso y decidí dar un gran esfuerzo al trabajar y estudiar durante varios semestres de la carrera.
Después de grandes altibajos, actualmente me encuentro cursando los últimos semestres, una decisión que no me arrepiento haber tomado, ya que considero que el esfuerzo ha valido la pena y que la carrera ha cumplido con mis expectativas. El haber estudiado Economía ha despertado en mí un interés por servir a mi país dentro del gobierno.
El intercambio internacional siempre ha estado dentro de mis planes durante toda la carrera, pero en el trayecto decidí que quería realizar las prácticas profesionales en el extranjero, esto combinado con mis deseos de ser servidor público, por lo cual en la convocatoria apliqué para la Embajada de México en Reino Unido. Considero que el poder trabajar en una representación de México en otra nación, conocer sus procesos, así como brindar servicios y asesoría a los mexicanos en el extranjero son responsabilidades que me permitirán crecer como profesionista y como ser humano. Adicional a ello, entender el desempeño de una economía tan grande como la de Reino Unido, su política, vivir de cerca su cultura y costumbres, y reforzar un segundo idioma, tendrá un impacto positivo en mi vida.
La Beca Alas otorgada por la Fundación UABC la conocí gracias a la convocatoria, y debo decir que es una excelente opción, sobre todo para jóvenes como yo, que no cuentan con los recursos suficientes para costear una experiencia de movilidad internacional. Quiero agradecer la labor de Fundación UABC y de todas las personas que aportan recursos para que estudiantes como yo puedan cumplir sus sueños, así como reiterar mi compromiso de ser un buen representante de mi universidad y de dar mi mayor esfuerzo en las actividades que se me encomienden, muchas gracias.